lunes, 16 de noviembre de 2015

Carta astral e interpretación 2016


Carta astral 2016  01-01 00h


 Año 2016

El inicio del año 2016 cierra un quinquenio de grandes transformaciones y abre un período ecléctico, con tantas luces como sombras, en el que se palpa el resultado de los profundos cambios que se han ido produciendo en los últimos cinco años. Dichas trasformaciones se manifiestan en forma de cambios personales y sociales de gran calado.

Desde mayo de 2011, con la entrada de Neptuno en Piscis, vivimos, como especie y sociedad, una mutación imparable que, al igual que en otros momentos de la historia, repletos de guerras, tragedias, absurdos y gobernantes misántropos, desembocará de nuevo en un período de luces.


Para comprender este momento en particular, daremos un repaso a los planetas más sociales de la carta astral de 2016. Marte inicia el año en Libra, circunstancia muy conveniente para todas las personas que trabajan en el Cuerpo Diplomático Internacional, ya que les aporta la capacidad y herramientas más oportunas para mediar en los conflictos tan sumamente complejos que afectan a todos los países y, muy particularmente, en el drama de los refugiados, que manifiesta el carácter e identidad de cada estado, sus virtudes y defectos; más aún, pone en evidencia en qué lado de la balanza se sitúa cada uno. Teniendo en cuenta esto, destacaremos tres etapas. Durante el primer trimestre del año los resultados serán plausibles y esperanzadores. A continuación, desde mitad de marzo hasta mediados de junio, el trabajo diplomático se verá atrapado en un círculo vicioso del que no se avanza.

Y por último, a partir de este momento, comenzará a haber resultados, que en los últimos cuatro meses del año, se convertirán en éxitos y soluciones que harán historia, aportando a la sociedad occidental algo de dignidad y paz.


Tenemos que señalar que Marte transitará la esfera de Saturno, haciendo conjunción, desde principios de marzo hasta mediados de junio. En este período, la sinrazón de las guerras actuales será el paisaje de fondo a cada momento, no sólo en las zonas que están siendo devastadas, sino también, en forma de acciones terroristas, en las ciudades, tanto europeas como norteamericanas y africanas (especialmente las del cinturón mediterráneo). El hecho de que en esta etapa Marte entre en retroceso y forme diversas cuadraturas, perjudica sobremanera, impidiendo que las soluciones de paz afloren.


Por otra parte, Júpiter (transitando Virgo en oposición a Neptuno) nos obliga al crecimiento interior, inculcándonos ética y buen hacer. Para muchas personas, a partir de junio, esto estará integrado como una moda social, imponiéndose así, una actitud crítica, en los medios jurídicos y de comunicación, de forma implacable. Todos los planetas sociales colaboran con esta idea, de una u otra manera. La sociedad exigirá honorabilidad y le importará bien poco si hay leyes o no que la regulen. A partir de agosto, ese mismo Júpiter nos inducirá a renovar nuestras formas de comportamiento más doméstico y mundano, aportándonos una visión muy flexible y multisocial del mundo en el que queremos vivir.


Urano, que ha estado inculcándonos una profunda necesidad de sentirnos libres, a partir de mediados de 2016, nos induce, incluso obliga, a cambiar los parámetros de libertad tradicionales, aportando una gran dosis de responsabilidad consciente y racional que, haciendo honor a la era de Acuario recientemente estrenada, tendrá en cuenta los intereses comunes y no tanto los personales.



Por último, Plutón (padrino y regente de la crisis económica mundial) alcanza el centro de Capricornio a finales de septiembre y, a pesar de su tendencia natural a entrar en retroceso cada poco tiempo, a partir de esta fecha permitirá que las transformaciones, renovaciones y profundos cambios que los otros planetas sociales están imponiendo, calen en el ámbito económico. De forma que las instituciones alternativas y emergentes, como la banca solidaria, comenzarán a tener una repercusión menos anecdótica y pasarán, de forma rápida, a ser protagonistas en la vida doméstica y social. 

Como decíamos al principio, el 2016 es un año ecléctico, con tantas luces como sombras. Dicho así parece poco halagüeño, pero nada más lejos de la realidad. La interpretación correcta es que, en este momento, empezamos a tener tantas soluciones como problemas. Así que la adolescente caprichosa y difícil que es nuestra sociedad, comienza a dar sus primeros pasos como joven dinámica, ilusionada, vocacional… y descubre: la parte buena y mala de enamorarse, la razón que siempre tuvieron sus padres, el valor y el peso del trabajo de sus antepasados, lo importante que va a ser en su vida lo haga y, más aun, lo que no haga, el prestigio y la palabra dada…

Bienvenidos a esta etapa, que no carece de sombras pero está llena de satisfacciones, logros, éxitos y proyectos de futuro bien intencionados.

¡Feliz 2016!


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